jueves, 15 de marzo de 2012

Llamémoslo decadencia

¿Esperaban profundas reflexiones con este título? ¿Esperaban otra brutal crítica hacia el sistema actual? ¿Acaso tales palabras no expresan por si solas el presente global que vivimos? ¿Hay alguna palabra mejor para expresar todos los acontecimientos que se suceden imparables sin que nadie ponga remedio? ¿No es así como nos pintan nuestro futuro, siendo una "generación perdida" (algo de lo que sinceramente, discrepo)? Se equivocaban, entonces.
La decadencia no somos los jóvenes, nosotros no somos el fracaso, no somos los chivos expiatorios de nadie contra los que cargar las responsabilidades del futuro. Nosotros lucharemos por el cambio, seamos o no la minoría. Vosotros, todos los "jefazos" que os sentáis en vuestras cómodas sillas regodeándoos de la pobreza del resto, vosotros sois la vergüenza y encabezáis la decadencia del mundo. Gracias por el apestoso legado que habéis conseguido dejar.
No se si me produce más rabia o frustración tener que emplear esta palabra como descripción de la situación actual. Que cada cual saque conclusiones; esta vez, debe ser propósito de cada uno plantearse su presente y su futuro, no seré yo quien condicione o pueda orientarlos escribiendo.

Álvaro Carretero Román.

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