¿Qué puede pasar por la cabeza del resto de personas?
Es algo que me corroe por dentro, querer saber cómo es cada uno de nosotros por dentro, cuáles son los más oscuros u ocultos pensamientos que surcan cada universo interior de quienes me rodean. Saber si serán tan complicados como yo, si les importan ciertas cosas que yo considero vitales, si tienen los mismos principios o si simplemente son tan simples como aparentan algunos, basando su existencia en saber si cierto personaje volverá a entrar en Gran Hermano o si el otro le dijo a Belén Esteban que tiene la nariz deforme. Pero, seamos profundos, de verdad me encantaría saber lo que cada uno de nosotros piensa en su intimidad, no por ser entrometido ni cotilla, ni mucho menos, sino por el simple hecho de querer entender un poquito más el pensamiento humano.
Me resulta tan fascinante cómo todos podemos ser tan sumamente distintos unos de otros y a la vez tan similares, que comprender la esencia del pensamiento de aquellos que más conozco sería poder dar un paso enorme hacia mi objetivo final: mi propio entendimiento.
Nadie ha llegado nunca a conocerme, ni siquiera mi mejor amigo podría decirlo. El pequeño mundo que alberga mi cerebro no es comparable con la persona que da imagen al mismo. Las inquietudes rondan mi cabeza durante las horas muertas, durante la noche antes de acostarme, donde como dijo Rayden (un rapero) "cuando todos duermen, algo se enciende dentro de mi, la mente es un torrente de ideas que quieren salir, fluir...". Es en esos momentos cuando alcanzo mi lucidez y mi plenitud de pensamiento, cuando me siento un auténtico prodigio (exagerando, por supuesto) dentro de mis capacidades, cuando pretendo conocer todo lo que me rodea, intentar explicarme las infinitas preguntas sobre cualquier tema, cualquier cosa.
Por supuesto, no es momento ni lugar para mostrar mis propias inquietudes, pues para mi son demasiado personales y tétricas algunas de ellas como para irlas vitoreando alegremente. No, mis preocupaciones se quedarán conmigo, porque son las que me hacen ser la persona que soy, sentirme único y diferente, las que me hacen realizar cada acción que hago a diario. La única que estoy exponiendo es esa fascinación por lo desconocido, por lo imposible, por querer conocer esas inquietudes ocultas que quitan el sueño a cada uno de nosotros, que nos hacen ser independientes y diferentes del resto, que nos caracterizan, pues son estas las que de verdad marcan el carácter y la forma de ser de cada uno de nosotros.
Es por eso que me gustaría saber cuántos coincidirían en gran parte conmigo, cuántos podría considerar interesantes o, por el contrario, cuántos diría que su fuerte no es el pensamiento.
La psicología me atrae, me embauca y me pierde en mundos imaginarios que no se si alguna otra cabeza es capaz de crear o imaginar. Cómo cada persona es un ser unido al mundo e independiente del mismo en su propio mundo interior. Cómo cada uno de nosotros ocultamos lo más profundo de nuestro ser como si de un tesoro se tratase, al que nadie puede acceder y protegiéndolo con tanto ahínco que parece que la llave que lo abre quedara perdida y olvidada en un mar desconocido en cualquier parte de los confines del mundo y solo cuando lo necesitamos acudimos a buscarla y lo abrimos en soledad, para contemplarlo y pensar nosotros mismos, para recordar quiénes somos. Para nuestro propio deleite. Para volver a sentirnos únicos enfrascados en ese mundo interior desconocido por la sociedad que nos rodea.
Álvaro Carretero Román
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