miércoles, 16 de mayo de 2012

Caminando hacia la extinción

¿Y si Orwell tuviera razón? ¿Y si fuera cierto que hemos llegado ya a la "utopía" que el autor planteaba sobre un mundo en el que solo fuéramos marionetas controladas por las más altas esferas, aquellas a las que jamás podríamos llegar a identificar? Siempre he sido crítico, en realidad, siempre me lo he planteado, pero no hasta estos niveles tan extremos. Como se suele decir, ni en mis peores pesadillas hubiera imaginado un mundo tan corrupto, manipulado y controlado. Estamos condenados.
Todo esto no lo digo a la ligera, sino que he pasado por un proceso de "investigación" (llamémoslo lecturas voluntarias y búsqueda de información por el mero hecho de conocer las cosas). Todo, desde el periodismo, la televisión, los bancos o la opinión pública, hasta los políticos, grandes empresas, el Gobierno de EE.UU, la Unión Europea, el FMI, la ONU, Gran Bretaña, Rusia (y, por supuesto, todos los demás), está controlado por una asociación de organizaciones secretas (bueno, secretas no son, digamos mejor ocultas) a nuestra vista, porque como se dice en periodismo, "de lo que no se informa, no existe". Son organizaciones conocidas como Club Bilderberg, Council of Foreign Relations (CFR), Comisión Trilateral, Rockefeller Foundation... Todas son asociaciones de las personas más poderosas e influyentes del planeta, quienes poseen el control sobre todos los organismos que consideramos "a nuestro servicio"; porque su fin, no es el bien común, sino su propio bien, aun a costa del nuestro y, para ello, no dudarán en exterminar cualquier punto que no sea conveniente para su beneficio, como llevan realizando desde mediados del siglo pasado.
Y, el periodismo, es una de sus mejores armas, puesto que los grandes dueños de todos los medios de comunicación más importantes, pertenecen a estas asociaciones de magnates. K.Rove tenía razón (asesor político de G.W. Bush Jr.), "ahora somos nosotros los que decimos lo que se debe hacer, lo que la gente debe saber...". Si los periodistas están "en el ajo" y no cubren las informaciones de las dos o tres reuniones anuales que mantienen estos grupos, donde se decide el futuro del mundo (literalmente) y se toman enrevesadas decisiones para seguir manteniendo su control sobre el mundo, ¿cómo nos enteramos? Puede que algunas personas lleguen a acceder a dicha información, como me ha pasado a mi, pero serán los menos y, quienes osan enfrentarse a ellos plantando cara e intentando desvelar sus tramas, acaban... digamos simplemente "mal", tanto ellos como quien les rodea. Así nunca se podrá conformar un movimiento propiamente concreto que llegue a dar cambios reales, pues cada revolución, cada golpe de Estado, cada decisión, está premeditada por estos señores.


Casualmente, cada presidente americano, cada alto cargo de dicho gobierno o de organizaciones importantes, es miembro de, mínimo, una de estas organizaciones conspiratorias. Están colocados en los puestos más altos de todas ellas, controlando indirectamente (y de forma que no levante sospechas) a todos los organismos globales. Como todos los componentes de estas organizaciones como el Club Bilderberg o el CFR son magnates muchimillonarios con negocios por todo el mundo, su objetivo primordial es la globalización absoluta (¿qué casualidad no? Como en los últimos años no se ha hablado nada de ello...). La globalización absoluta, por supuesto, a través de organismos como la ONU, la UE, el FMI, una futura Unión Sudamericana y Asiática... Controlar organismos concretos y únicos es mucho más sencillo.
En ultima instancia, estamos hablando de que se pretende crear un Gobierno Mundial Único, algo de lo que no andan ya lejos de conseguir. Este Gobierno Mundial Único implica un ejército común, una moneda común, una política común y etc, etc, etc... En resumen, llevar todo hacia un único sistema que ellos controlan, del que no se pueda escapar al no haber capacidad o cabida para otro tipo de pensamiento, del que tampoco nos podremos defender porque serán sus organizaciones mundiales las que controlarán todos los recursos y medios para hacer funcionar el mundo a su antojo y a la que nos estamos precipitando sin siquiera verlo venir.
A lo largo de sucesivas entradas, trataré de sintetizar ejemplos de las consecuencias y de los acontecimientos desencadenados por este tipo de organizaciones, con personas como D. Rockefeller o H. Kissinger como sus miembros más voraces, para mostrar hasta dónde han conseguido llegar ya. Para abrir boca, colocaron a presidentes a todos los que han estado en el gobierno estadounidense desde el siglo XX, también en Gran Bretaña, Alemania, Francia... todos los países que están en su rango. Defenestraron a Thatcher cuando intentó oponerse, asesinaron a Kennedy por plantarles cara, montaron el fraude del Caso Watergate para acabar con Nixon por acabar demasiado pronto la Guerra de Vietnam (Kissinger fue el cabecilla de semejante obra), pospusieron el ataque a Afganistán a 2003 (cuando todos los medios afirmaban que sería en 2002), iniciaron el conflicto árabe-israelí, intervinieron en el polémico Estado no reconocido de Kosovo, crearon el Plan Marshall para controlar Europa... Pero todo esto, ya intentaré explicarlo poco a poco en diversas entradas porque, como he dicho, es demasiado complejo y compacto.
La única desazón que me deja, es empezar a ver que, en realidad, estoy estudiando una carrera (Periodismo), condenada a los intereses de este grupo de personas. Qué ironía... gastar tantos años de mi vida estudiando y formándome para acabar metido en las redes de los mismos a quienes critico ahora... Sinceramente, espero que no sea así, pero... pero... yo también camino hacia mi propia defenestración, o extinción, se puede decir como se quiera. Dentro de poco, las obras de Orwell dejarán de ser ficción para convertirse en los libros de texto de la Historia.

Álvaro Carretero Román.

sábado, 5 de mayo de 2012

Otra concepción sobre la prensa

“La diferencia entre la <<prensa sensacionalista>> y la <<prensa informativa>> reproduce, en definitiva, la oposición entre los que hacen política en actos, palabras o pensamiento, y los que la reciben, entre la opinión actuante y la opinión sobre la que se actúa. Y no es una casualidad que la oposición entre los dos tipos de prensa recuerde, bajo la figura de la antítesis del entendimiento y de la sensibilidad, de la reflexión y de la sensación, que está en el centro de la representación dominante de la relación entre dominantes y dominados, la oposición entre dos tipos de relaciones con el mundo social, entre el punto de vista soberano de los que dominan el mundo social en la práctica o en pensamiento (…) y la visión ciega, estrecha, parcial, la del simple soldado perdido en la batalla, de los que están dominados por ese mundo.”
(Bourdieu, 1988: 456-457)

Como se ve, el autor plantea una dicotomía análoga a la que se conoce normalmente (entre matrices culturales <<ilustrada>> y <<dramática>>. Para Bourdieu, esa dicotomía está cargada de sentido político: el análisis, la distancia y la observación reflexiva del objeto que proponen los periódicos de prestigio suponen la afirmación de un poder sobre ese objeto y la <<afirmación de la dignidad del sujeto que se afirma en ese poder>>. La prensa de prestigio confiere a su destinatario la <<dignidad de sujeto político, capaz de ser, si no sujeto de la historia, al menos sujeto de un discurso sobre la historia>>. La prensa popular, contrariamente, satisface la lectura del lector ordinario de periódicos, <<papanatas curioso, destinado a la inmersión en el acontecimiento y al breve tiempo de las sensaciones fugitivas y fáciles>>, como lo caracteriza Bourdieu asumiendo irónicamente la postura de la prensa legítima respecto al público popular.

Álvaro Carretero Román.