domingo, 24 de junio de 2012

La farsa Watergate

Una vez más, hay que descubrir que uno de los grandes "hitos" de la Historia, es toda una farsa. Nixon no hizo un uso ilegítimo de sus poderes como presidente, sino que intentó saltarse las directrices que le mandaban quienes realmente controlan los gobiernos, instituciones como el Club Bildelberg, el CFR (Council of Foreign Relations) e, incluso, el famoso Instituto Tavistock. Todos ellos, se propusieron eliminar a un Nixon que empezaba a salir de sus esferas de control, tal como hicieran el sha de Persia, Aldo Moro o Ali Bhutto (los tres asesinados).
Según fuentes presentes en las reuniones de Bildergerg durante la década de 1970, el papel del Washington Post consistiría en mantener la atención sobre Nixon con una "revelación" después de otra, creando los factores propicios para engendrar un clima de desconfianza pública hacia el presidente, aun cuando las evidencias fueran totalmente infundadas. El caso Watergate, muestra el inmenso poder que tiene la prensa o los que controlan los medios de comunicación, es decir, el CFR, dirigido por Rockefeller y demás multimillonarios pertenecientes a diversas organizaciones que abogan por la globalización completa. La fabricada crisis del Watergate, acribilló a la presidencia y todas sus instituciones, solo con el objetivo de la formación del Nuevo Orden Mundial. Unos EE.UU. fuertes e independientes con un Jefe de Estado incorruptible habrían hecho irrealizables sus planes.
Algunos de los traidores y conspirantes del Watergante fueron Molton H. Halperin, miembro del CFR y director del Consejo de Planificación Política para la Seguridad Nacional; Daniel Ellsberg, autor de los papeles del Pentágono y David Young, jefe de los famosos "fontaneros" del Gobierno, agentes que trabajaban para la Unidad de Investigaciones Especiales de la Casa Blanca, dirigida por Kissinger con dinero del Pennzoil de Bush. Tras hacerse público el escándalo, Nixon fue obligado a dimitir por causa de unas grabaciones en las que hablaba de frustrar las investigaciones del Watergate. Fue Young quien hizo las grabaciones que fueron reveladas por Butterworth, el vínculo de la Casa Blanca con el servicio secreto dirigido por Kissinger. También James McCord, ex agente de la CIA y el FBI, director de Seguridad del Comité para la Reelección del presidente Nixon, fue responsable de dejar, accidentalmente, la famosa cinta magnetofónica en una puerta del edificio Watergate para que fuera encontrada por un guardia de seguridad.
McCord fue detenido junto con otros cuatro hombres y fueron condenados por seis cargos diferentes. Más tarde, escribiría una carta a John J. Sirica, juez del caso, en la que afirmaba que había cometido perjurio. Las alegaciones de McCord de que la Casa Blanca sabía del allanamiento y que intentó esconderlo, fueron cruciales para que las investigaciones siguiesen adelante. También Joseph Califano, consejero legal de la Convención Nacional Demócrata y uno de los lacayos de la reina de Inglaterra, así como del profesor Noam Chomsky, del Instituto de Estudios Políticos, el cual es diseñado por el Instituto Tavistock, tuvo la misión de extender los ideales del socialismo nihilista de izquierdas como movimiento base en EE.UU. para crear el caos y el malestar.
El Watergate demuestra, de nuevo, que el Club Bilderberg ejerce un control total sobre EE.UU. Faltan dos nombres más en la lista de conspiradores, quienes hicieron estallar el caso Watergate siendo sus principales artífices. El primero es el general Alexander Haig, quien ha tenido una carrera meteórica, ascendiendo puestos sin haber llegado siquiera a un campo de guerra, solo gracias a los servicios prestados a ese gobierno paralelo e invisible. Haig fue encontrado por Califano, quien también había entrevistado a Alfred Baldwin, otro de los espías del Watergate, un mes antes del allanamiento del hotel. La clave para demostrar que el Watergate fue una farsa, la ofrece el propio Califano en un memorándum que escribió sobre su entrevista con Baldwin, donde proporcionaba información sobre McCord, otro de los espías, y por qué este había seleccionado a Baldwin para entrar en el equipo. Además, también contenía todos los detalles sobre las transcripciones de las grabaciones entre Nixon y el comité de reelección, todo ello antes de que ocurriese el allanamiento. Califano nunca ha sido acusado por ello.


En 1983, se conocieron algunos manuales secretos del Instituto Tavistock fueron filtrados. En ellos se detallaba la metodología usada para destruir al presidente Nixon. El procedimiento consistía en aislar a Nixon, rodearlo de traidores y después confundirlo, siguiendo así al pie de la letra el método Tavistock para obetener el control sobre una persona diseñado por el doctor Kurt Lewin. La caída del presidente Nixon solo es un caso "de manual" de la metodología de Lewin. La descripción literal decía: "Una de las principales técnicas para romper la moral a través de una estrategia de terror consiste en mantener a la persona confusa acerca de lo que quiere y lo que puede esperar de las circunstancias. Además, si se le aplican medidas disciplinarias severas y promesas de buen trato al mismo tiempo, junto con noticias contradictorias, la estructura cognitiva de la situación se vuelve todavía más confusa. El sujeto ya no sabe qué plan lo lleva hacia su objetivo o cuál lo aleja de él. Bajo estas condiciones, incluso las personas con unos objetivos muy definidos y dispuestas a correr riesgos, se paralizan por los conflictos internos que sufren acerca de lo que se debe hacer."
Así de exitosas eran las tácticas de terror y lavado de cerebro del Tavistock y así se pudo eliminar a todo un presidente de los EE.UU. Además, los estadounidenses empezaron a creer todas las mentiras, distorsiones y pruebas falsas de los conspiradores cuando, de hecho, el Watergate fue una mentira diabólica de principio a fin. Nixon y sus dos ayudantes más cercanos, Halderman y Ehrlichman, ignoraban absolutamente lo que estaba sucediendo. No eran rivales a la altura de la fuerza combinada del Club Bilderberg, el RIIA y el Instituto Tavistock, bajo la dirección del M16 (aparato de Inteligencia que protege a la familia real británica que cuenta con un presupuesto secreto y sobre el cual, el Parlamento no tiene jurisdicción). Ambos asesores de Nixon se vieron superados. Ni siquiera sabían que Young estaba trabajando "en los sótanos" de la Casa Blanca supervisando las filtraciones.
La confesión de McCord al juez Sirica, debería haber advertido a Nixon de que lo estaban atacando desde dentro. Pero un confundido y paralizado Nixon respondió perfectamente al plan trazado por el Tavistock para romper la moral de una persona siguiendo una estrategia de terror. El general Haig, al que se le dio un curso rápido en el Tavistock, jugó un papel fundamental en la estrategia de confusión y lavado de cerebro del presidente Nixon y, en efecto, fue Kissinger quien dirigió la Casa Blanca durante ese período. El "valiente" reportaje del Washington Post, no fue más que una completa mentira preparada por as fuerzas del Nuevo Orden Mundial. La legendaria fuente "Garganta Profunda", no era sino el mismo Haig. Al equipo de periodistas Woodward y Bernstein, miembros del CFR, les fueron dando toda la información que publicaban. No hubo ninguna investigación ni ningún encuentro secreto. El Washington Post, un importante miembro del comité director del Club Bilderberg y del Comité de los 300, presionaron a Nixon siguiendo a pies juntillas el manual del Instituto Tavistock.
Por la insistencia del RIIA, Haig se hizo con el control del gobierno de EE.UU., la Casa Blanca, después del golde de estado de abril de 1973. Haig colocó en los cien puestos más importantes de Washington a hombres del Instituto Brookings, del Institute of Policy Studies y del CFR, quienes, como él mismo, estaban a las órdenes de un poder extranjero, es decir, a las órdenes de aquellos que habían impuesto los intereses del orden mundial global sobre los de los Estados Unidos de América. La humillación de Nixon fue una lección y una advertencia para el futuro presidente de EE.UU., para que se le quitase de la cabeza que podía desafiar al Gobierno Mundial en la sombra. Kennedy fue brutalmente asesinado "por la misma razón, a la vista de todo el pueblo norteamericano". El propósito de la humillación quedó mucho más claro en el episodio de los Papeles del Pentágono y la subsiguiente designación de Schlesinger (en la comisión de la energía atómica), dentro de la Administración Nixon con el objetivo de detener el desarrollo de la energía atómica. Todo ello eran factores claves para la desindustrialización de Estados Unidos, tal y como planeaban el Club Bilderberg y el Comité de los 300. El desarrollo de este tipo de energía podía acabar con la hegemonía del petróleo y la creencia de el fin y la lucha por los recursos, dejando de ser un recurso las crisis económicas provocadas por estos grupos a su antojo, tal como la de 1991 y la actual.
En la primavera de 1970, William McDermott, del FBI, fue a ver al principal encargado de la seguridad de Rand (el instituto de lavado de cerebro de EE.UU.), Richard Best, para advertirle de que Daniel Ellsberg había, aparentemente, sacado de Rand estudios sobre Vietnam que esta institución había llevado a cabo. En posteriores encuentros con el doctor Henry Rowan, director del Rand (y mejor amigo de Ellsberg, dato desconocido entonces), este les dijo a Best y McDermott que estaba en marcha una investigación del Departamento de Defensa y que por ello recomendaba que el FBI dejase de investigar a Ellsberg. De hecho, no hubo ninguna investigación y Ellsberg continuó copiando documentos hasta que estalló el asunto de los Papeles del Pentágono, golpeando duramente a la Administración Nixon.
El segundo traidor era, por supuesto, Henry Kissinger, consejero de Seguridad Nacional de Nixon. A mediados de la década de 1970, el Club había colocado a Kissinger en la dirección de un pequeño grupo compuesto por James Schlesinger, Alexander Haig y Daniel Ellsberg. Cooperaba con este grupo el Instituto de Estudios Políticos, con Noam Chomsky como principal teórico. Los objetivos de este Instituto vienen dictados por la Mesa Redonda británica y el Instituto Tavistock. Como ya se ha dicho, su principal cometido era crear una izquierda que supusiera un movimiento de base para engendrar conflictos y extender al caos, expandir los "ideales" del socialismo nihilista... y convertirse en el gran "azote" del orden gubernamental y político de EE.UU.como factores claves en su desindustrialización a través de la estrategia del crecimiento cero postindustrial. Cuando Kissinger fue colocado como Consejero de Seguridad Nacional, se puso en marcha junto con Ellsberg y Haig el plan del RIIA de utilizar el Watergate para derrocar a Nixon, quien había desobedecido instrucciones directas del gobierno en la sombra.
En otras palabras, Nixon declaró públicamente que no apoyaba el GATT (Acuerdo General sobre Aranceles y Comercio), lo cual enfureció a David Rockefeller, una de las principales cabezas pensantes y dominantes.
El GATT se acabaría mostrando más tarde como una auténtica erosión de la soberanía nacional de Estados Unidos y se halla en el proceso de crear una destrucción total social, económica y cultural, tal y como el millonario y miembro del Parlamento Europeo sir James Goldsmith (quien murió repentinamente y no se sabe si de casualidad, o no, tras testificar ante el Comité del Senado de EE.UU.). Es decir, Nixon consiguió mantener la independencia de los países firmantes al no ratificar el tratado. La conspiración llegaba hasta tal punto, que Kissinger y su personal recibían de parte de la RIIA (sociedad secreta que controla la política exterior británica), cualquier información antes que el propio presidente. Incluso, la información sobre la Quinta División del FBI, la más secreta, a la cual solo contadas personas tienen acceso. Los únicos hombres de confianza de Nixon, Haldeman y Ehrlichman, no se percataban ni entendían lo que se desencadenaba a su alrededor. Esto era, que el M16 (el Instituto de Inteligencia Británico), tenía el control sobre toda la información que podía llegar al presidente Nixon.
Con estos métodos, Kissinger se impuso a la presidencia de Nixon y, después de Nixon fuese deshonrado y defenestrado por el grupo de Kissinger, este emergió con poderes enormes, como nunca se había visto antes o después del Watergate. Con la dimisión de Nixon, el Club Bilderberg consiguió tener, por fin, a su presidente en el cargo. Gerald Ford (perteneciente al Club y al CFR), sería la nueva marioneta del Nuevo Orden Mundial movida por Henry Kissinger, agente a su vez de David Rockefeller, al servicio del Club y el Comité de los 300. Poco después de la caída de Nixon, el nuevo presidente Gerald Ford puso su sello de aprobación a la política exterior de Kissinger, convertido ya en Secretario de Estado. Su objetivo era establecer una suerte de Gobierno mundial antes del final de la década de 1970. Mediante la demanda de una estrategia global sobre los alimentos y el petróleo dentro de la estructura de las Naciones Unidas, el presidente firmó su aceptación del nuevo orden internacional, que había estado persiguiendo Kissinger.
Tan fácil como eso fue librarse de un presidente. Tan fácil como eso es la manipulación. Y, aun así, siguen sin haber conseguido todos sus propósitos, aunque nosotros sigamos creyendo que hay hechos casi épicos como el de Watergate, más dignos de la ficción que de la realidad. Aunque la realidad resulta que al final sí fue todo ficción, una conspiración planeada para acabar con quien no cumplía las directrices.
Datos obtenidos de "La verdadera historia del Club Bilderberg", de Daniel Estulin.

Álvaro Carretero Román.

lunes, 11 de junio de 2012

Entrevista a Javi Vega, jugador del Baloncesto Fuenlabrada

Bueno, pues como es mi blog y puedo escribir en él lo que me dé la real gana, me voy a salir un poco del guión habitual y voy a dejar la primera entrevista que he realizado a un jugador profesional. Quizá no sea santo de mi devoción, vamos a ser sinceros, pero es el primero y por lo que significa, lo voy a adjuntar en mi blog, para darme a mí mismo una pequeña alegría al trabajo bien hecho. Porque, por qué no, también hay que reconocérselo a uno mismo sin necesidad de ser egocéntrico.


Lo primero, enhorabuena por la temporada y por la permanencia… Un objetivo que parece que se complicó bastante más de lo esperado durante la segunda vuelta ¿no?
Sí, habíamos empezado muy bien, nos llegamos a meter en la Copa del Rey, pero en la segunda vuelta solo ganamos tres o cuatro partidos al final y la verdad que se complicó bastante, pero teníamos que terminar bien.
Porfi dijo en más de una ocasión que lo que más le preocupaba es que su mensaje no os llegaba a vosotros, a la plantilla, y eso era el principal error ¿Desde tu perspectiva como jugador, a qué crees que se debió ese notable bajón?
Creo que encadenamos una serie de malos resultados y entramos en una mala dinámica. Afectó un poco todo, sí es cierto que había rotura: no entendíamos lo que él nos quería decir, o igual él no nos entendía a nosotros. En ese aspecto sí pudo haber una rotura en cuanto a entendimiento, pero al final los últimos partidos los supimos llevar.
Pero, al final, objetivo cumplido y supongo que las sensaciones en la plantilla, visto ahora con más tiempo, serán las de la brillante primera vuelta con la Copa del Rey, los cuartos de la Eurochallenge… Y, aunque no sea el objetivo, intentar volver a luchar por ellos el año que viene ¿no?
Sí, yo creo que según va pasando el tiempo una vez terminada la temporada, valoramos más lo de la Copa del Rey y lo de la Eurochallenge, así como los últimos partidos. Pero sí es cierto también que nada más terminar la temporada, teníamos la sensación de habernos salvado por los pelos y por poco. La verdad que al principio es difícil.
Y este año, con la situación económica más estabilizada dentro del club, se verá la temporada con mayor tranquilidad en ese aspecto… ¿Cómo se vive desde dentro esta situación, sobre todo tú que como jugador incluso te has formado en este club?
A priori tenemos una serie de inversores o de dinero que debería entrar en el club y eso nos transmite bastante más tranquilidad, porque sabemos que más tarde o más temprano vamos a cobrar. Y como canterano, desde hace cuatro o cinco años, aparte de que el Fuenlabrada siempre haya sido un club humilde, hemos traído problemas, pero no más problemas de los que han tenido el resto de equipos. Pero gracias a las ventas de Gustavo (Ayón) y de Bismack (Biyombo), el club a día de hoy está saneado.
Pero claro, ese difícil momento hizo que tuvieras una oportunidad como jugador del primer equipo tras varios años de cesiones en la LEB ORO, teniendo minutos de calidad, no marginales. ¿Te veías preparado?
Yo confiaba en mi, igual que Adri (Laso) y Álvaro (Muñoz), porque como ya hemos jugado en las categorías inferiores de la Selección Española, hemos demostrado que nivel, tenemos. Pero nos faltaba que nos diesen la oportunidad y sea por el dinero, porque entró Ferrán López, porque llegó Porfi con una mentalidad de sacar gente joven o por lo que sea, nos hemos beneficiado de ello y nos ha venido muy bien.
¿Has hablado ya sobre tu continuidad en el primer equipo? Porque, como siempre, se espera un verano movidito para el club…
Sí, por lo que me han transmitido quieren que siga, pero aún es pronto para hablar de contratos. Pero por lo que me han comunicado, sí seguiré.
Tu rol estaba pensado en un principio para que disputaras muchos más minutos en Eurochallenge, igual que Adrián o Álvaro, ¿qué balance haces de esta competición a nivel a nivel personal?
La competición de Europa a los tres nos ha venido muy bien, porque hemos juntado muchos minutos y eso de cara a la ACB se ha notado, porque al final, gracias a la Eurochallenge, he podido rendir ocho o diez minutos en la ACB más o menos con continuidad, salvo cuatro o cinco partidos. Así que muy contento la verdad, y muy agradecido de haber podido disputar esa competición.
Luego las circunstancias, como la marcha de Ayón y la lesión de Mo Sené, hicieron que también en la ACB tuvieras que dar un paso al frente e incluso tener que jugar como “5” durante algunos tramos del partido. ¿Cómo ha sido pasar de un equipo de LEB ORO a tener que asumir tantos minutos decisivos en un equipo de primer nivel?
Sí, por ejemplo me acuerdo el partido de Unicaja, que fue el partido en el que más jugué, que fueron 25 minutos, que ganamos aquí en casa y acabé jugando de “5” los últimos minutos, los minutos importantes. Lo que se me pasaba por la cabeza entonces era que hace un año estaba jugando en LEB ORO, jugaba más o menos quince minutos, y este año estoy jugando los últimos minutos de un Fuenlabrada-Unicaja, vamos ganando… Así que la verdad que sí se ha notado el cambio.
¿Echaste en falta la referencia de un pívot como Ayón o Sené que sirvieran de referencias dentro del equipo, tanto en lo defensivo como ofensivamente?
Sí, todo el equipo notó la ausencia de un “5”. Al final jugamos con Mike (Hall) y con Leo (Mainoldi), pero a Mike, a Leo o a mí, no se nos pueden pedir esas funciones. Se nos pueden pedir y cumpliremos, pero no podemos rendir igual que lo harían ellos en su posición. Por eso se notó esa carencia de centímetros porque, por ejemplo, Sené ya no es lo que aporta de puntos, sino en intimidación, en rebotes… además de lo que aporte en ataque.
¿Cómo vivisteis la salida de Ayón hacia la NBA en el vestuario? ¿Os lo esperabais?
Sí, se veía venir que en cuanto acabase el lock-out se iría. Todos nos llevábamos muy bien con él y nos alegramos mucho, pero sí es cierto que de cara al equipo fue clave y lo veíamos jodido. Justo veníamos de perder de veinte en casa del Lagun Aro aún con Ayón y todos pensamos: “si se va Gustavo, ¿ahora qué vamos a hacer?”. Aun así, ahí fue cuando cogimos esos tres partidos seguidos y llegamos a la Copa. Se notó más bien al final de temporada, más que al principio.

Aun así, con todos los contratiempos, como lo de Ayón, Barton, Sené y las nuevas incorporaciones, seguíais entre los mejores en ambas competiciones. ¿Qué cambió, cuál fue el momento clave en el que comenzó a fallar el sistema?
Creo que hasta la Copa del Rey tuvimos bastantes contratiempos, como lo de Gustavo o lo de Lubos, que se veía venir, pero mantuvimos el tipo. Los jóvenes dimos un paso adelante, los más veteranos como Ferrán Laviña o Cortaberría también lo dieron, pero claro, al final, eso de jugar sin un “5” claro tal como estábamos acostumbrados a jugar con Sené y con Gustavo, que ahora no les teníamos, te hace cambiar totalmente tu juego y se fue notando con el paso del tiempo. Sí es cierto que otros equipos fueron mejorando según avanzaba la temporada, y nosotros por el cansancio y el desgaste de Europa fuimos para abajo y ellos para arriba.
Luego, la llegada de Ffriend parece que dio otro aire también al equipo cuando más lo necesitaba, pero el contrapunto te tocó vivirlo a ti entre otros jugadores, perdiendo los minutos que antes tenías. ¿A qué crees que se debió que en los últimos partidos no saltaras a la pista? ¿Crees que fue solo a la difícil situación en que se vio envuelta el equipo?
Sí, al final, cuando quedan tres o cuatro partidos y estás implicado en el descenso, lo que quieres es salvarte de cualquier manera. Un ejemplo es Estudiantes, que siempre ha sido un equipo de cantera, pero al final empezó a fichar americanos y se la jugó con los americanos de fuera. Yo lo entiendo, ya jugué bastante durante toda la temporada y por quedarme durante dos o tres partidos en el banco no me importa, aunque sí me gustaría jugarlos más que a ninguno. Pero sí entiendo que si estás con el culo apretado, tires con siete u ocho jugadores que consideres que tienen mejor nivel y salgas adelante con ellos.

¿Ahora, como afrontas el próximo año?
De seguir aquí, lo que me gustaría obviamente es jugar. Luego los minutos ya los repartiría Porfi como mejor le parezca, pero sobre todo, llegar al sábado sabiendo que vas a jugar.
¿Qué es lo que más estás trabajando en estos días de entrenamiento?
De momento nos estamos dividiendo entre exteriores e interiores, así que estamos trabajando mucho el juego interior. Luego por mi cuenta estoy mejorando el bote y otros aspectos de exteriores pero, al igual que el año pasado trabajé mucho bote, este año estamos más centrados en el juego interior y, sobre todo, el aspecto físico.
Y, bueno, ya se ha fichado a un jugador, a James Feldeine. Tú has jugado frente a él en la ORO el año pasado. ¿Qué opinión tienes de él como jugador? ¿Cómo lo describirías?
Me parece muy desequilibrante. Es un escolta que puede echar el balón al suelo de una manera increíble, puede tirar… Es un jugón. Es dominicano y es el típico jugador dominicano, con nervio y desequilibrante. Creo que es muy buen fichaje y va a dar muy buen resultado.
¿Y de Fisac, sabéis los jugadores si seguirá?
Creo que tiene contrato, así que en principio sí contamos con que siga.
¿Tienes constancia de algún movimiento más dentro del equipo, alguien que pueda salir, llegar…?
No, la verdad que está todo muy parado. A mí me han comunicado que sí quieren que siga, pero está todo muy parado. Creo que hasta que no termine la ACB del todo, no se empezarán a mover los equipos. Algunos ya lo han hecho, como Manresa que ha fichado a Ramsdell, pero todavía es pronto.
¿Te queda alguna espinita clavada durante este año?
Sí, algún partido que me hubiera gustado hacer mejor. Algún partido clave, pero en general, estoy contento.
¿Cuál es tu sueño como jugador?
Llegar lo más alto posible. Mi sueño sería jugar en la NBA, pero cada uno tiene que ser consciente de sus limitaciones, aunque creo que tampoco hay por qué poner techo, por otro lado. Así que, por eso, llegar lo más alto posible.
Bueno, ya dejando al Fuenla entonces un poco, ¿cómo ves los JJOO para la Selección?
Yo les veo una de las favoritas. Sí es cierto que son más veteranos, llegan un poco más tocados, pero para mí, siguen siendo una de las favoritas. Y además tienen a Ibaka, que está espectacular… (Javi convivió con Ibaka en L’Hospitalet)
¿Te mojarías con una lista, o mejor se la dejamos a Scariolo?
(Risas). Se la dejamos a Scariolo, se la dejamos… No se vaya a mosquear ningún amigo que tengo por ahí…
O sea que, ¿hay algún jugador con opciones de ir convocado por el que sientas especial debilidad?
Sí, Sergio Rodríguez o Carlos Suárez… por ejemplo. Pero eso a Scariolo, que no quiero dejarme a nadie.
Y, ya para finalizar, ¿con qué recuerdo, momento, partido, canasta… te quedas esta temporada?
Yo me quedaría con el tapón que Adrián Laso le puso a Mensah-Bonsu. Yo creo que eso, a nosotros los canteranos, nos llenó. Yo por lo menos, lo sentí como si lo hubiese puesto yo. Luego, canastas mías, un mate que hice contra el Juventut a aro pasado, otro contra el Manresa igual… Pero donde más alegría me llevé fue con el tapón. Por Adri y por los tres jóvenes. Y luego por el equipo, claro. Fue el más significativo.
Y ya solo me queda decir que muchas gracias, mucha suerte y esperemos verte el año que viene en el Fernando Martín jugando otra vez.


Álvaro Carretero Román.

domingo, 3 de junio de 2012

Los sueños, sueños son

Sueños, la vida está llena de sueños sin cumplir. Pero, por eso son sueños, porque si los alcanzaras, significaría que te has despertado.
Todo el mundo sueña, todo el mundo guarda ese pequeño rincón en su ajetreada cabeza para mantener viva esa llama de un sueño o esa meta inalcanzable e irreal, pero que tan gratos momentos nos hace pasar en soledad cuando imaginamos para nosotros mismos que algún día la logramos. En ese momento, somos felices. Y lo somos por el mero hecho de creernos lo que nos gustaría ser, de hacer lo irrealizable o de tener el objeto de nuestra alegría. Son instantes, pequeños momentos en los que nos sentimos completamente realizados por un período tan corto de tiempo en comparación con lo que hemos vivido y nos queda por vivir, que resulta irrisorio. ¿Pero no lo resultaría también guardar durante años ese deseo de conseguir lo que consideramos imposible para nuestras posibilidades? Tal vez y, sin embargo, todos tenemos uno, un sueño que nos hace felices cuando nos queremos ver inmersos en él dentro de nuestro propio mundo.
Solo unos pocos afortunados pueden luchar por él y, entonces, ese sentimiento onírico se transforma, cambia tu propia vida ofreciendo un nuevo objetivo: alcanzarlo, como si de un proceso de búsqueda de la felicidad se tratara. Pero la felicidad no se alcanza con la consecución de la meta, se va cimentando con el proceso y el camino realizado. Y, una vez lo alcanzas, ¿qué?
Algunos pueden mantenerlo, pero otros simplemente son pasajeros. Una vez se ha logrado, ¿se vive del recuerdo de ese momento? ¿Surge un nuevo sueño por el que intentar luchar o uno que realmente sea imposible? O, peor aún, ¿y si el nuevo sueño fuera repetir ese momento en que se alcanzó el primero?
Preguntas de difícil respuesta para metas casi inabordables. La vida es muy caprichosa en ocasiones. Existen tantos tipos de sueños... y todos diferentes en cada persona. En ocasiones, me gustaría conocer cuál es el verdadero sueño de cada uno; creo que es algo que dice mucho de cada persona. Mirar a alguien a los ojos y que confiese su más secreto deseo, ese que solo se guarda para sí mismo. Pensando detenidamente, creo que ni siquiera conozco el de mis personas más próximas, de aquellos de los cuales conozco sus detalles más personales y, eso, ya es una gran prueba de con cuánto recelo guardamos nuestro sueño, como unos vulgares egoístas, sin querer que nadie sea partícipe de él, de algo tan delicado y propio... de una gran razón de nuestra felicidad momentánea, donde nos refugiamos en cualquier momento, donde dormimos plácidamente y con un sentimiento de satisfacción irrefutable.
Por eso, no alcanzar tu sueño, también es llegar a la gloria. Porque ser feliz sabiendo que nunca vas a optar a aquello que más ansías, es todo un reto y una gran virtud. La vida está llena de sueños sin cumplir y que tampoco se cumplirán. La vida es perfecta precisamente por ello, porque son sueños y, los sueños, son para dormir.

Álvaro Carretero Román.

viernes, 1 de junio de 2012

La chispa de la inspiración

¿Existe algo peor que querer escribir y que no acabe de llegarte la inspiración, esa chispa que prende el bosque de ideas que rebosan en tu cabeza? ¿No poder ponerle voz concreta a tus pensamientos?
Hace un un tiempo oí decir a Pepu Hernández, entrenador de la España campeona del mundo de 2006 de baloncesto en una sección creada en la ACB donde los entrenadores hablan de cultura, su filosofía, la vida en general... Le oí decir una frase de Pablo Picasso: "La inspiración llega cuando estoy trabajando". Me impresionó y me agradó tanto que decidí tomarla por bandera para prácticamente cualquier cosa que hiciera, porque si no haces las cosas con pasión y con gusto, ¿para qué las haces? Es una frase que desde ese momento, me recordaré siempre, pues mis actos de hoy son las consecuencias de mañana.
Es curioso cómo una simple frase, dicha hace tantos años, aún hoy puede seguir siendo admirada. Para mi, eso es lo grande del periodismo, o de la literatura y el mundo de la palabra en general, que escribiendo, quizá haya alguien en todo el mundo de entre aquellos que te han leído, que recuerde tus palabras, que no le sirvan simplemente para pasar el rato y le inciten a reflexionar.


Es curioso como recordar esa simple frase acaba de infundirme nuevos ánimos para continuar, para superarme y hacerlo mejor, porque siempre se puede hacer mejor. Para corregir mis errores y esforzarme más. Pablo Picasso, tantos años después de su muerte, ha conseguido con una mínima parte de su legado (ni siquiera con sus cuadros, lo que es aún más destacable), que una persona siga luchando por alcanzar su objetivo cada vez que flaquee.
Las palabras tienen efectos que ni siquiera nosotros imaginamos cuando las escribimos. Porque escribir es un arte, quizá el más preciado y menos cuidado de todos, pero es gracias a las palabras escritas como progresamos, es gracias a que alguien se encargó de dar un sentido a esas palabras. Por eso, todos tenemos una responsabilidad: escribir correctamente para los demás. Si Pablo Picasso hubiera escrito o dicho mal dicha frase, ¿hubiera pasado a la posteridad?
Una palabra, como un beso, puede tener el significado que nosotros queremos que tenga en nuestro particular contexto. Puede no significar nada más que su mera acepción académica o quizá implicar un fuerte contenido emocional y, por ello, se deben elegir con cuidado. Muchas veces, me pregunto a mi mismo, por ejemplo, por qué escribo generalmente aludiendo a una segunda persona, si en realidad no va dirigido a nadie ni espero que se lean. Entonces, caigo en la cuenta de mi error una y otra vez. ¡Claro que van dirigidas a alguien! ¡A mi! Yo soy el emisor y mi propio receptor,, yo reflexiono con cada uno de mis textos, me percato de mi evolución como persona, rescato ideas que habían permanecido sumergidas largo tiempo en mi subconsciente. Por mi, por mi mismo, tengo la responsabilidad de escribir de la mejor forma posible. Si algún día esto llega a otras manos, ya interpretará cada una de mis palabras de la mejor manera, ya sacará sus propias conclusiones.
Pablo Picasso, dos palabras que ahora para mi no solo evocan a un artista, sino también ese contenido íntimo y personal. "Hay palabras que llegan al alma y paran".

Álvaro Carretero Román.